¿Oye,
chica, cómo te va en el amor?
(minificción-borrador)
Isadora
Montelongo
Ella habla y habla, la
lengua se le enreda y se le desenreda. Tiene 8 años con su pareja. Dice que le
ha roto el corazón y ha tenido un año largo para descontinuarse así misma. Se
le asoma una lágrima. Se ha propuesto
renacer a los treinta y tantos y comenzar una nueva historia de amor. Yo sólo espero un
mensaje en el app que me salve lo último de paciencia, cordura e
imaginación. Esta chica terminará derrotada antes de que termine la última
palabra. Yo sólo quiero huir a casa, entrar al sillón, acomodarme una siesta
mientras escucho el televisor que se desliza suavemente y reírme un poco entre
el sueño y la vigilia de que no creo en
el amor. No he leído ningún libro de superación personal, inteligencia
emocional o persona como ella les llama. Yo no quiero estudiar una licenciatura
en psicología, dominguearme un glosario para justificarme a mí misma que la he
cagado toda la vida. Yo sólo quiero salir inmediatamente de la oficina y nunca
más, volver a preguntar ¿Oye, chica, cómo te va en el amor?